Amor más allá de la muerte (Prólogo)
En plena oscuridad, podía verse una sombra que caminaba sola en la noche.
Sus pasos hacían eco en la penumbra. La gélida niebla envolvía su cuerpo, dotándole de un aura oscura.
Caminó solo, en silencio, por las calles de Liscannor, hasta llegar al burdel.
Sigilosamente se deslizo entre las prostitutas y los caballeros de aquel lugar, hasta tener a la vista a una hermosa mujer.
Se quedó contemplándola durante horas, sin apartar la vista de ella.
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